martes, 5 de abril de 2011

UN VALS DESAFINADO


Entre las notas que una noche encontré en un vals desafinado, encontré una sonrisa que hacia parte de una máscara compleja, unas palabras que hacían parte de un sordo y unas miradas que hacían parte de un mudo.

En esa sonrisa note algo de simpatía, parecía que de ella brotaran estrellas locas que lentamente se convertían en truenos destrozando una tierra infértil... Todo arrastraba esas sonrisas y todo se veía tan sencillo, pero yo sabía que esa sonrisa era parte de esa mascara, así como cuando la luna aparece en los cielos pero aun es día, luna entrometida que no soporta las ganas de explotar y quitarle papel a el sol. Solo quería hallar entre esa mascara una sonrisa que no fuera falsa pero... Pero esto me era imposible ya que yo no era la que arrastraba esas sonrisas, simplemente las estrellas locas no estaban tan locas como en algún momento lo imagine, ni locas de alegría, simplemente estaban borrachas de despecho... Una sonrisa que hacia parte de una máscara compleja que no logro arrancar de tu rostro, minutos después me di cuenta que no era una máscara, pero me propuse a sacar sonrisas con mis actos y no con pinturas, ni estrellas, ni rallos, ni truenos... Simplemente con acciones de una joven valiente que en algún momento seria jugada como muchas lo han sido antes.

Esa misma noche escuche muchas barbaridades, parecía que hubiera vicio en el ambiente, una persona con sus sentidos jamás hablaría tales estupideces, esa noche misteriosamente arruinaron mi concentración en aquellas notas y en aquella sonrisa; palabras tan simples pero tan estúpidas, una persona que no es capaz de escuchar a sus codependientes, jamás sería capaz de dar un argumento que fuera verdaderamente valido... Es decir jamás será capas de hacer sus palabras realidad, o son tan reales que prefiere no cambiarlos jamás, en este caso la realidad se me hace absurda y partiendo de este pensamiento propio puedo decir que aquellas barbaridades simplemente eran absurdas... Cosas absurdas que arruinaron mi pensamiento, y así me pongo en la posición de pensar quien es el verdadero absurdo... Si yo por mi falta de concentración o si ellos por arruinarme aquella noche. Noche ruidosa.

Ignorando todo lo anterior, aquella noche el silencio volvió a reinar, ese hermoso silencio que hace mucho tiempo no sentía, cerré los ojos y me perdí nuevamente en las notas de ese vals desafinado, un vals que parecía no tener fin, un vals que solo me recordaba que mis miedos y mis actos mediocres nunca trascenderían mi realidad, soy más que eso, como diría alguien... Soy superior, perdí el norte y perdí esa sonrisa de mi pensamiento, ya que esa sonrisa ya hacia parte de ese vals. Esas notas simplemente recordaban los buenos momentos que rozaban lentamente mi vida años atrás, la lluvia rozando mi cuerpo, la luna alimentando mi frio, el sol quemando mi piel, épocas en las cuales todavía disfrutaba ser muy pecadora y actuar mal, épocas que de cierta forma hacían parte de una farsa pero que lentamente me llevaron a un placer que muy difícilmente encontré, al lograr arrancar por fin esa sonrisa postiza y volverla una sonrisa real. Tu sonrisa.

Esa noche se torno helada y recordé esas hogueras en las que he ardido y de las cuales solo quedan cenizas, y pensar que a pesar de ese frio... Actualmente no quiero quemarme, evitar asesinar el frio y el silencio es una solución magnifica para lograr encontrar el norte de mis pensamientos, rompiéndome en mil actos que rondan mi mente pero no mis músculos, actos que no son puros ya que esa pureza me aburre, la paso mejor cuando logro romper los muros de la cordura y la honestidad y resolver volverme una fugitiva que se cansa de escapar del fuego de ese calor que algún día hizo parte de lo más profundo de sus huesos. Huesos gastados.

Esa noche pase frio y fui poeta, sin dejar de valer lo que valgo y sin volverme un juguete a la moda, sin dejar de actuar como actuó y sin volverme una dama, una dama que no me interesa ser, ya que solo quiero ser una mujer que siente como cualquier otra y que actúa según sus latidos, una mujer que siente no un pedazo de carne en el menú del planeta. Como diría alguien... "que importa ser poeta o ser basura". No se trata de hallarle la cordura a las palabras, ni de ubicarlas para que suenen bien, se trata de dejarme llevar por las notas de ese vals, lograr actuar de la mejor forma según lo dicten mi actos, dejarme llevar por el frio y el silencio para organizar mis pensamientos y olvidarme de ese fuego que ya no hace parte de mi, ya que como muchos dicen, tengo parte de mi alma helada.

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