el tiempo se va en segundos y las horas no existen ...

Me gusta caminar por las noches
Abrazada a la tristeza
Intentado olvidar ese silencio
Que normalmente era llenado por miles de sueños
Que se ocultaron en el frio de mi cuerpo
Obligados por las ansias de verlos
Más allá de mi imaginación

Me gusta vivir los segundos
Cada instante de mi vida pasa en unos minutos
Las horas ya no existen
Y los días se hacen cortos
Pero cuando oscurece
Se vuelven largos…
Ya que se rodean de ese silencio
Que no encuentro con que llenarlo
Y simplemente atormenta mi pensamiento
Hasta culminar en un horrible sueño
Que no se le puede denominar pesadilla

Me gusta sentir el aire
Po que quizás tu también lo sentiste
Ese mismo aire que domino
Mi cuerpo una tarde de invierno
Para dejarlo congelado
En ese momento
Y no permitirme volver a hacerlo útil
Para otra cosa que no fuera
Pensar en ese cuerpo
Que logro dominar mi cerebro
Y convertirme en una astuta con cara de ángel

Me gusta ver tu sonrisa
Aunque ya no es tan permanente
Una sonrisa que se perdió una tarde de invierno y
Que por mi culpa…
Ese invierno domino nuestros pensamientos
Y no permitió que nuestros cuerpos
Cumplieran sus sueños.